Los pararrayos son de gran importancia para nuestra seguridad, pero ¿sabes por qué? Nuestra salud, la de nuestros vecinos y la integridad de los edificios, por ejemplo, están amenazados los días de tormenta. En consecuencia, instalar este sistema y realizar unas adecuadas labores de mantenimiento y revisión es indispensable.
Entonces, comencemos con la razón de ser de esta increíble herramienta.
¿Qué es un rayo?
Un rayo es una fuerte descarga natural de electricidad estática, que es producida normalmente durante una tormenta eléctrica que genera un pulso electromagnético. Esta descarga eléctrica es acompañada por la emisión de luz (conocida como relámpago) causada por el paso de corriente eléctrica, que ioniza las moléculas de aire; y por el sonido del trueno, causado por la onda de choque. La electricidad que pasa a través de la atmósfera calienta y expande rápidamente el aire, produciendo el ruido característico del trueno.
Los rayos pueden provocar diferentes efectos: térmicos, fisiológicos, electrodinámicos o electroquímicos, entre otros. Los térmicos y los fisiológicos son los más importantes. Los efectos térmicos son debidos a la alta temperatura que alcanza el canal por donde circula la corriente de un rayo, dejando temperaturas de hasta 20.000 grados; los efectos fisiológicos afectan a los seres vivos y son debidos a las tensiones tras la descarga del rayo en la tierra.
¿Qué es un Pararrayos y cómo funciona?
Un pararrayos es una estructura metálica formada por barras puntiagudas que es capaz de dirigir los rayos ionizantes hacia la tierra para no causar daños a personas o a construcciones; en el momento que el rayo ‘impacta’ en la antena, la carga se conduce por el cableado hasta la tierra, un recorrido en el que se neutraliza la potencia del rayo.

La naturaleza de un rayo hace que estos tiendan a impactar sobre esos lugares que ‘entiende’ más cercanos o accesibles. Por eso habitualmente se dirigen hacia sitios altos verticales, como son los árboles o los edificios de más altura. Por esta razón, los pararrayos se deben instalar siempre por encima de la parte más elevada de la estructura a proteger, y será encargado de captar y canalizar de forma segura la descarga del rayo.
Los pararrayos disponen de un cuerpo metálico y una punta conectados mediante una red conductora a un sistema de puesta a tierra donde se disipa la descarga del rayo. Una instalación de pararrayos está compuesta de tres elementos: un electrodo captador, que es el pararrayos, una toma de tierra eléctrica y un cable para conducir la corriente del rayo.
Los pararrayos buscan evitar que los rayos impacten en árboles o edificios tratando de cambiar su trayectoria hacia ellos. Esto lo consiguen gracias a dos circunstancias ya mencionadas: su ubicación y su composición.
De esta forma, las dos funciones principales de los pararrayos son: dirigir los rayos ionizantes y evitar que un rayo cause daños.
¿Cuál es el área aproximada que cubre un pararrayos?
El radio que cubre depende de varios factores. Entre estos factores se encuentra el tipo de cabezal, el tipo de material, la altura del pararrayos (generalmente ubicado en zonas altas de grandes edificios para aumentar esa altura) entre otros, pudiendo llegar a cubrir radios de hasta 1 km.
Protección contra sobretensiones
Las sobretensiones son elevaciones del voltaje que pueden aparecer en las líneas de distribución eléctrica que pueden producir, entre otras cosas, daños en los equipos conectados a la red. Las sobretensiones se producen por descargas atmosféricas directas, indirectas, desconexión de cargas inductivas, conmutaciones de redes y defectos en las mismas.
Las sobretensiones son grandes picos de tensión con una fuerte pendiente y de poca duración, aun así, sus efectos sobre los equipos electrónicos son notables. Para una correcta protección de los equipos, se debe realizar un sistema de puesta a tierra de bajo valor óhmico y conectarlo con el sistema de protección externa.
La instalación de protección externa contra el rayo y de protectores contra sobretensiones reduce considerablemente el riesgo de sufrir daños producidos por el rayo en las estructuras, equipos y personas.
¿Qué hacer durante una tormenta eléctrica?
Expertos han llegado a la conclusión de que las probabilidades de que te caiga un rayo son de 1 de cada 3.000.000. Sin embargo, se estima que aproximadamente 24.000 personas mueren anualmente a causa de los rayos, a nivel mundial. Esta cifra engloba incidentes como incendios; las muertes por impactos directos son mucho más bajas.
Entonces ¿Qué debes hacer si te sorprende una tormenta eléctrica a campo abierto? Lo primero que hay que hacer es buscar refugio. Y no, no hagas lo que primero se nos viene a la mente: ir debajo de un árbol. De hecho, esto es lo último que debes hacer, pues son de los lugares con mayor probabilidad de que caiga un rayo.
Si no hay nada alrededor, la mejor postura para protegerse de los rayos es sentarse con los pies juntos, y con la cabeza pegada al pecho o colocada entre las rodillas. Nunca te acuestes en el suelo, ya que serás más grande que el rayo. Cubre las orejas y cierra los ojos para protegerte de los relámpagos y espera a que pase la tormenta.
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