El sistema de suministro eléctrico está compuesto por un conjunto de medios y elementos útiles para la generación, el transporte y la distribución de la energía eléctrica, el cual está dotado de mecanismos de control, seguridad y protección.
Las fuentes de energía de las que puede provenir la energía eléctrica son múltiples, pero, en general, encontramos aquella que se ha obtenido a través de fuentes no renovables y, por otro lado, aquella que se ha obtenido con fuentes renovables.
¿Qué es un sistema de suministro eléctrico?
Un sistema de suministro eléctrico es un sistema integrado que, además de disponer de sistemas de control distribuido, está regulado por un sistema de control centralizado que garantiza una explotación racional de los recursos de generación y una calidad de servicio acorde con la demanda de los usuarios, compensando las posibles incidencias y fallas producidas.
Con este objetivo, tanto la red de transporte como las subestaciones asociadas a ella pueden ser propiedad, en todo o en parte y, en todo caso, estar operadas y gestionadas por un ente independiente de las compañías propietarias de las centrales y de las distribuidoras o comercializadoras de electricidad.
Así, en un sistema de suministro eléctrico las redes de transporte de energía conectan las centrales de generación de electricidad con las zonas de consumo, y su configuración contribuye a garantizar el suministro fiable de la energía.
Los alternadores de las centrales eléctricas producen la energía eléctrica a tensiones entre 6 y 30 kV (kilovoltios), tensión que se eleva mediante los transformadores a la salida de las centrales hasta las tensiones de transporte a larga distancia (220, 400 kV). El objeto de elevar la tensión a la que se transporta la electricidad es reducir las pérdidas eléctricas, que se manifiestan siempre que circula una corriente eléctrica por un cable. Cuanto más se eleva la tensión (voltios), más se reduce proporcionalmente la corriente eléctrica (amperios), enviando la potencia eléctrica (vatios) desde las centrales eléctricas a los lugares de consumo, pero disminuyendo las pérdidas.
El mejor sistema de suministro eléctrico es aquel que, de manera rentable y segura, suministre un servicio eléctrico adecuado a las cargas probables presentes y futuras.
Clasificación de sistema de suministro eléctrico
- Red primaria: Está compuesta por líneas aéreas o subterráneas de media tensión (MT) de 45 kV, 66kV, o 132 kV), y se utilizan para alimentar la red secundaria o para consumo industrial.
- Red secundaria: Compuesta por líneas aéreas o subestaciones de distribución de 15kV, 20 kV, centros de transformación de media tensión a baja tensión (MT/BT), y líneas aéreas o subterráneas de baja tensión (BT). Las redes de distribución secundarias pueden ser privadas para un único usuario o públicas para más de un usuario.
Cuando las redes de transporte se aproximan a grandes de centros de consumo (por ejemplo, a las ciudades) se reduce la tensión a valores del orden de 66, 110 o 132 kV mediante subestaciones transformadoras, ubicadas alrededor de estos núcleos. Desde estas subestaciones parten líneas eléctricas que rodean el núcleo urbano y que alimentan a su vez a otras subestaciones reductoras. Estas subestaciones reducen las tensiones a valores de media tensión (10, 15, 20, 25 kV), desde donde parten las líneas eléctricas de distribución, que reparten la electricidad en los núcleos urbanos o rurales, y alimentan los centros de transformación.
En los centros de transformación se transforma finalmente la electricidad a baja tensión (230, 400 V) para su uso final. Algunos consumidores, típicamente industriales, se conectan directamente en alta o media tensión. Sin embargo, los consumidores domésticos, locales, etc., se conectan en baja tensión.
Instalaciones monofásicas y trifásicas
Un sistema de suministro eléctrico se clasifica también según el número de conductores que se utilizan para transportar la electricidad. En corriente alterna, se distingue habitualmente entre instalaciones monofásicas y trifásicas:
- Instalaciones monofásicas: utilizan dos conductores activos para transportar la electricidad, denominados conductores de fase y de neutro. Se emplean cuando la potencia de la instalación eléctrica no es muy elevada, típicamente en viviendas, generalmente inferior a 15 kW (kilovatios).
- Instalaciones trifásicas: utilizan cuatro conductores activos, tres de fase y uno de neutro. La ventaja principal de un sistema trifásico frente a uno monofásico es que se puede transmitir más potencia eléctrica con menores pérdidas, y empleando menor sección de cobre en los conductores eléctricos. Además, en la generación de electricidad se utilizan alternadores trifásicos, por lo que la producción eléctrica trifásica es más sencilla. Y entre las aplicaciones más habituales de la energía eléctrica se encuentran los motores eléctricos, que también son más fáciles de construir y más eficaces energéticamente si son trifásicos.
Asimismo, el sistema de suministro eléctrico precisa de una organización económica centralizada para planificar la producción y la remuneración a los distintos agentes del mercado si, como ocurre actualmente en muchos casos, existen múltiples empresas participando en las actividades de generación, distribución y comercialización.
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